CREMACIÓN

En la travesía de la vida, conectamos con un ser maravilloso que nos envolvió con sentimientos verdaderos y alegrías genuinas, convirtiéndose en un miembro inquebrantable de nuestra familia.

Sin embargo, en esta travesía llegó un momento inevitable en el que tuvimos que despedirnos. En ese instante, surgió la idea de una conexión eterna, un vínculo que trasciende el tiempo y el espacio.

En nuestro corazón, perdura el deseo profundo de que, en algún rincón del universo, nuestros caminos se vuelvan a cruzar.